Chipiona ha vivido este domingo una de las celebraciones religiosas más emotivas y participativas del año: la procesión del Corpus Christi. Desde primeras horas del día, el ambiente en el centro del municipio era de fiesta y devoción, tras una noche de intenso trabajo en la que se diseñó una gran alfombra de sal que embelleció el recorrido de la procesión.
La alfombra de sal y los pétalos, protagonistas
El recorrido estuvo marcado por la colorida alfombra de sal, elaborada con mimo por colectivos locales y voluntarios durante la tarde y noche del sábado. Esta expresión de arte efímero aportó solemnidad y belleza a una procesión que estuvo acompañada de una notable afluencia de público, pese a las altas temperaturas propias del mes de junio.

Niños y niñas que este año han recibido su Primera Comunión fueron protagonistas de la jornada, llenando las calles de pétalos de flores en honor al Santísimo Sacramento. La Banda de Música puso la nota sonora a esta cita que une tradición, fe y comunidad.
Trabajo conjunto y agradecimientos
El Ayuntamiento ha querido destacar la implicación de numerosos colectivos y delegaciones municipales en la organización del evento. En concreto, se ha agradecido la colaboración de las Delegaciones de Juventud y Servicios Municipales, la Asociación de Belenistas, Vía Franciscana, la Asociación TAU, los Jóvenes de La Morenita y el Grupo Fotográfico de Chipiona, que ha capturado algunas de las imágenes más representativas del día.
Todo este trabajo culminó pasadas las 00:40 de la noche, cuando se terminó el montaje de la alfombra y la preparación de los detalles para la jornada del domingo. Ahora, tras la emoción del momento, toca la labor de limpieza para devolver las calles a la normalidad.
Un Corpus Christi que vuelve a poner de manifiesto el compromiso de Chipiona con sus tradiciones, su gente y la belleza de lo colectivo.