La barriada San Antonio de Rota vive una creciente indignación vecinal por el retraso en las obras de reurbanización que afectan a las calles San Juan Bosco y Zafadola. El proyecto, dotado con un presupuesto de 693.330 euros y un plazo de ejecución de cuatro meses, ya ha sobrepasado con creces su tiempo previsto sin que las calles estén asfaltadas ni adoquinadas, dejando un paisaje de abandono que desespera a los residentes.
La calle San Juan Bosco es el epicentro del problema. Allí, la vía permanece completamente levantada, con excavaciones donde ya crece la maleza, montones de escombros del antiguo asfalto y un acceso cada vez más complicado para los vecinos. “Vivimos rodeados de polvo, barro y suciedad, no se puede entrar con normalidad por no hablar del problema del aparcamiento. Esto es insostenible”, comenta indignada una vecina afectada.
Protesta con pancartas y malestar generalizado en Rota
Como gesto de protesta, los vecinos han colgado dos grandes pancartas en la barriada. En una se puede leer: “Rota, un balcón a las obras. Nos mientes, no nos engañan. Nuevo récord: 4 meses sin poner un adoquín”. La otra lanza un mensaje irónico que reza: “Fiesta preobra. No es un milagro, son nuestros impuestos”.
“Queremos que todo el pueblo vea cómo estamos viviendo. Es una vergüenza que después de todo lo prometido sigamos así”, asegura otro vecino, señalando las calles llenas de zanjas. Según explican, desde el inicio de las obras apenas han visto presencia de operarios ni maquinaria, lo que alimenta la sensación de abandono.
Exigen que Javier Ruiz Arana dé explicaciones
La movilización de hoy ha terminado con una petición directa al alcalde de Rota, Javier Ruiz Arana, para que dé la cara, explique los motivos del retraso y agilice la obra. “Queremos respuestas, queremos un calendario claro y que se cumpla. No podemos seguir viviendo en un barrio fantasma convertido en un solar a medio hacer”, reclama un portavoz vecinal.
Los vecinos no descartan intensificar las protestas si no reciben una solución inmediata. Mientras tanto, la barriada San Antonio sigue esperando que la rehabilitación integral que prometía mejorar la calidad de vida no quede en otro proyecto inacabado.