Rota vuelve a situarse en el centro del debate económico municipal tras conocerse los datos de la liquidación del presupuesto de 2024, un documento que, según la concejal y diputada andaluza Auxiliadora Izquierdo, confirma el deterioro de las cuentas del Ayuntamiento y el impacto directo que esta situación tiene en las familias y empresas proveedoras de la ciudad.
Dos modelos económicos enfrentados
Durante su comparecencia, Izquierdo subrayó que existen dos formas de gestionar la economía pública: la que, a su juicio, aplica el PSOE en el municipio, con más deuda y mayor presión fiscal, y la que se impulsa desde la Junta de Andalucía y el Partido Popular, basada en la bajada de impuestos para que los ciudadanos dispongan de más recursos en su bolsillo.
La dirigente popular defendió que, mientras en la administración autonómica se han reducido tributos y se ha favorecido la actividad económica, en el ámbito local se ha seguido la senda contraria, incrementando tasas e impuestos sin que ello se traduzca en una mejora de los servicios ni en una reducción de la deuda municipal.
Remanente negativo y previsiones infladas
Según los datos de la propia Intervención Municipal, el remanente de tesorería para gastos generales vuelve a situarse en una cifra preocupante: alrededor de 9 millones de euros en negativo. Para Izquierdo, este dato refleja que, año tras año, el Ayuntamiento continúa gastando por encima de su capacidad real de ingreso, comprometiendo el margen de maniobra económico de la administración local.
La concejal popular recordó que su grupo ya advirtió, durante la aprobación de los presupuestos de 2024, que las previsiones de ingresos estaban “infladas”. Se presupuestaron en torno a 74 millones de euros de recaudación, mientras que finalmente solo se habrían ingresado unos 55 millones, es decir, cerca de 20 millones menos de lo previsto. En impuestos directos como el IBI, se contemplaba obtener en torno a 20 millones y se habrían recaudado unos 15; en impuestos indirectos como el ICIO, la desviación también sería notable, y en tasas y precios públicos, especialmente la tasa de basura, la recaudación se habría quedado aproximadamente en la mitad de lo anunciado.
Inversiones por debajo de lo prometido en Rota
Otro de los aspectos que la representante del Partido Popular puso sobre la mesa fue el grado de ejecución de las inversiones. El presupuesto contemplaba algo más de 19 millones de euros para proyectos en la ciudad, pero, según la información facilitada, apenas se habría ejecutado en torno al 32 %, lo que equivale a unos 6 millones.
Izquierdo reprochó que, pese a los anuncios de obras y actuaciones, la realidad de la liquidación muestra un nivel de ejecución muy inferior a lo prometido, dejando numerosos proyectos pendientes o retrasados y generando, en su opinión, frustración entre los vecinos que esperan mejoras en su entorno urbano y en los servicios municipales.
Más préstamos, más deuda y retrasos en el pago
La edil popular repasó también las operaciones de crédito concertadas por el Ayuntamiento en los últimos años para poder atender el pago de facturas a proveedores. Recordó que en 2022 se modificó el plan de ajuste para solicitar un préstamo de unos 5 millones de euros; en 2023 se concertó otra operación cercana a los 9 millones; en 2024 se habría recurrido de nuevo a un crédito de unos 6 millones; y, ya en 2025, se ha tenido que formalizar otro préstamo de alrededor de 7 millones de euros por el impago de facturas.
Pese a esta inyección de liquidez, el periodo medio de pago a proveedores seguiría siendo muy elevado, situándose en torno a los 116 días de media, lo que, según Izquierdo, lastra la economía de muchas pequeñas y medianas empresas locales que dependen de esos cobros para mantener su actividad y el empleo. A ello se suma que la deuda viva del Ayuntamiento se sitúa en torno a los 32 millones de euros, una cifra que la oposición considera especialmente preocupante tras haber recurrido a más de 27 millones en préstamos en los últimos cuatro años.
Subidas de impuestos y presión sobre las familias
En paralelo a este aumento de la deuda, la portavoz popular denunció que el Ayuntamiento ha aplicado en este periodo una batería de subidas de impuestos y tasas: desde el IBI hasta la basura, pasando por el agua, el impuesto de vehículos o las licencias de obras. También se habrían eliminado o reducido bonificaciones que beneficiaban a familias y contribuyentes, como las asociadas a planes personalizados de pago, eficiencia energética o plusvalías.
Izquierdo sostuvo que el resultado de esta política es que el Ayuntamiento ingresa más y recauda más, pero, al mismo tiempo, debe cada vez más y mantiene una gestión que obliga a seguir pidiendo créditos para pagar facturas atrasadas. Una situación que, a su juicio, “no es sostenible” y que “termina repercutiendo directamente en los bolsillos de los roteños y en la estabilidad de las empresas proveedoras”.
Reclamación de un cambio de rumbo económico
La concejal del Partido Popular consideró que el discurso de responsabilizar de la situación actual a gobiernos anteriores ya no tiene recorrido, dado el tiempo transcurrido y las decisiones adoptadas en la última década. En este contexto, reclamó al equipo de gobierno un cambio de rumbo que pase por presupuestos “realistas”, menor presión fiscal y una ejecución más eficiente del gasto.
Finalmente, Izquierdo defendió que es posible compatibilizar una reducción de impuestos con una gestión responsable de las cuentas, siguiendo el modelo que, según explicó, se está llevando a cabo en la Junta de Andalucía. Para ello, insistió en la necesidad de priorizar el saneamiento económico del Ayuntamiento y de ofrecer estabilidad y confianza a las familias y a los proveedores que trabajan a diario con la administración local.