Chipiona ha vivido una jornada llena de colorido, alegría y arraigo cultural con la celebración de las Cruces de Mayo, una tradición que sigue muy viva gracias al esfuerzo colectivo de asociaciones, familias y artistas locales. Este año, la cita ha contado nuevamente con la entrañable Procesión de los Niños, organizada por la Asociación de Belenistas TAU, que ha recorrido las calles con entusiasmo, acompañada por el alcalde Luis Mario Aparcero y varios miembros del equipo de gobierno.
La Procesión de los Niños se ha consolidado como uno de los actos más esperados de esta celebración primaveral. Decenas de pequeños, ataviados con trajes típicos y acompañados de familiares y docentes, han participado con ilusión en este desfile simbólico que pone en valor las costumbres y raíces del municipio. El ambiente festivo y la participación ciudadana han convertido esta edición en todo un éxito.
Reconocimiento a la implicación ciudadana
El Ayuntamiento ha querido felicitar a la Asociación de Belenistas TAU por su incansable labor en la organización de esta actividad, y agradecer la implicación de las familias, colegios y niños que hacen posible mantener viva una tradición tan significativa para el pueblo de Chipiona.
Mención especial ha recibido la academia de baile de Aurora, cuyas niñas ofrecieron una brillante exhibición que encandiló a los asistentes. Su actuación, llena de arte, salero y talento, se convirtió en uno de los momentos más aplaudidos de la jornada.
Una nueva cruz para rescatar tradiciones
Una de las novedades de este año ha sido la inauguración de una nueva Cruz de Mayo ubicada en la zona del Hotel Cruz del Mar. Esta cruz, diseñada por el chipionero José Luis Barriga y colocada con la colaboración de la empresa EUFIDE, representa un paso más en la recuperación de las tradiciones locales, devolviendo a las calles elementos que forman parte del patrimonio cultural de la localidad.
Con actos como estos, Chipiona continúa consolidando su compromiso con la cultura popular y las celebraciones que fortalecen la identidad colectiva. Las Cruces de Mayo no solo embellecen la localidad, sino que refuerzan los lazos comunitarios y transmiten a las nuevas generaciones el valor de las costumbres heredadas.