La Armada española ha completado con éxito la primera fase del despliegue Dédalo 25, con el regreso del Grupo de Combate Expedicionario a la Base Naval de Rota. Durante esta etapa, que se ha desarrollado en aguas del Mediterráneo, las unidades participantes han reafirmado la capacidad de España para proyectar su fuerza naval y han demostrado su compromiso con la disuasión y defensa de la OTAN.
El Grupo de Combate Expedicionario, bajo el mando del contralmirante Antonio González del Tánago de la Lastra, está integrado por más de 1.600 efectivos y unidades estratégicas como el buque Juan Carlos I, las fragatas Blas de Lezo y Victoria, así como el Segundo Batallón de Desembarco de la Brigada de Infantería de Marina. Este contingente ha operado con aeronaves Harrier AV8B+, helicópteros SH60B y SH60F, vehículos anfibios y lanchas de desembarco, asegurando una capacidad operativa óptima en diferentes escenarios.

Participación en el ejercicio Steadfast Dart 25
Uno de los hitos más destacados de esta fase ha sido la participación en el ejercicio internacional Steadfast Dart 25, el más importante de la OTAN en 2025. Durante estas maniobras, desarrolladas en el mar Egeo, el Grupo Dédalo ha integrado la Fuerza Anfibia de la Fuerza de Reacción Aliada (ARF), operando junto a unidades de nueve países aliados. Las actividades han incluido desembarcos anfibios, operaciones aeronavales y ejercicios de combate en el mar, consolidando la interoperabilidad con las fuerzas aliadas.
La cooperación con otras naciones ha sido clave en este despliegue, con ejercicios conjuntos con la Marina italiana y las Fuerzas Armadas de Grecia. En este contexto, la Brigada de Infantería de Marina española ha llevado a cabo operaciones combinadas con la 32 Brigada de Infantería de Marina griega, reforzando la coordinación entre ambas unidades. Asimismo, las fragatas han realizado maniobras de guerra antisuperficie y antiaérea, optimizando la protección de unidades estratégicas.
Cooperación bilateral con Turquía
Además de su presencia en el mar Egeo, el Grupo de Combate Expedicionario ha participado en una actividad bilateral en Turquía, ejecutando una operación anfibia junto a unidades de la Infantería de Marina turca en la zona de Doganbey. Durante estas maniobras, se llevaron a cabo ejercicios de reconocimiento hidrográfico, adiestramiento NBQR (nuclear, biológico, químico y radiológico) y desactivación de explosivos (EOD), fortaleciendo la capacidad de respuesta en entornos de alta exigencia.
Maniobras en el flanco oriental de la OTAN
El despliegue del Dédalo 25 también ha incluido operaciones en Rumanía, donde la Fuerza de Infantería de Marina española ha llevado a cabo el lanzamiento de bombas en coordinación con un Batallón Multinacional de la OTAN. Además, se ha ejecutado una Flexible Deterrent Option (FDO), un ejercicio avanzado de combate aire-aire con participación de aeronaves de cinco países aliados. Estas acciones han reafirmado la capacidad de España para reaccionar con rapidez y eficacia en escenarios de crisis.
En ambas operaciones, los aviones AV8B despegaron desde el Mediterráneo y completaron maniobras de repostaje en vuelo con el apoyo de un A400M del Ejército del Aire español, aumentando su autonomía operativa en misiones de largo alcance.
Refuerzo de la presencia nacional
En el ámbito nacional, el Grupo de Combate Expedicionario ha participado en la operación conjunta de Presencia Reforzada, orientada a la vigilancia y disuasión en los espacios de soberanía e interés de España. Esta iniciativa busca reforzar la coordinación entre los distintos mandos operativos nacionales, incluyendo los ámbitos terrestre, marítimo, aéreo, espacial y ciberespacial.
Con la finalización de esta primera fase, el despliegue Dédalo 25 ha logrado los objetivos previstos, consolidando la capacidad de la Armada española para operar en entornos complejos y en estrecha cooperación con sus aliados. En los próximos meses, el Grupo de Combate Expedicionario continuará su misión con nuevas operaciones de vigilancia marítima y aérea, así como en ejercicios de cooperación internacional.
La participación en Steadfast Dart 25 y el despliegue en el Mediterráneo y el flanco oriental de la OTAN han confirmado la importancia del Grupo Dédalo como un pilar clave en la estrategia de defensa y disuasión de la Alianza Atlántica, reafirmando el papel de España en la seguridad colectiva y la estabilidad internacional.