Rota ya ha comenzado su esperado camino hacia El Rocío. Desde primeras horas de la mañana de ayer martes, la Hermandad del Rocío de Rota partió rumbo a la aldea almonteña, dando inicio a una peregrinación que cada año moviliza el alma y la devoción de cientos de vecinos. Este 2025, la comitiva está compuesta por 500 peregrinos, 124 vehículos entre coches y remolques, y alrededor de 30 caballos, en una imagen que una vez más refleja el fervor que Rota mantiene vivo por la Blanca Paloma.
Tras la misa de romeros celebrada en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, y con la carreta del Simpecado encabezando la salida, los rocieros emprendieron el camino entre cantos, vítores y emotivas despedidas de familiares y vecinos que abarrotaron las calles para ver marchar a los suyos. El ambiente estuvo marcado por la alegría del reencuentro, las emociones contenidas y la ilusión de compartir unos días intensos de fe, convivencia y tradición.
Una Hermandad fuerte y comprometida
El elevado número de participantes confirma el buen estado de la Hermandad del Rocío de Rota, que sigue atrayendo cada año a más personas dispuestas a vivir esta experiencia única. Durante las últimas semanas, los preparativos han sido intensos: se ha acondicionado la casa hermandad en la aldea, la carreta ha sido puesta a punto, y se ha coordinado cada detalle del trayecto con esmero.
Rota se hace camino en El Rocío
El grupo roteño ya ha dejado atrás los primeros pasos por la localidad y se encuentra inmerso en las arenas y senderos que conducen hasta la aldea marismeña. La noche va llegando y con ello la primera pernoctación, entre rezos, guitarras y encuentros alrededor de la candela. Se prevé que el jueves por la noche culminen su llegada al Rocío, donde tendrán lugar los actos centrales del fin de semana: desde la presentación de hermandades hasta la esperada procesión ante la Virgen.
El Rocío, destino de fe para Rota
Con temperaturas más templadas que el año anterior y un ambiente de profunda espiritualidad, los días que restan hasta el domingo estarán marcados por momentos intensos: bautizos de nuevos hermanos, misas, convivencias y el reencuentro de cada peregrino con su fe. La Hermandad de Rota, una de las primeras en salir, volverá a marcar el camino del regreso una vez concluya esta vivencia que no se olvida.
Así, Rota ya está en El Rocío. No solo físicamente, sino también con el corazón y el alma puestos en cada paso, en cada oración y en cada mirada al Simpecado. Una tradición viva que se renueva con fuerza cada primavera.