La playa de La Costilla en Rota se ha convertido en el epicentro de una preocupante realidad medioambiental. En apenas 90 minutos de actividad voluntaria se lograron retirar más de 2.000 colillas de cigarrillos, lo que ha llevado a estimar que en toda la extensión de la playa podrían encontrarse alrededor de 35.000 colillas.
Rota y la acción ciudadana contra las colillas
El profesor sevillano y activista ambiental Enrique Herrero, conocido como “Quique Bolsitas”, junto al maestro roteño Abraham López, encabezaron la acción este pasado viernes a las 9:00 horas desde la plaza de Jesús Nazareno. A la iniciativa se sumaron la maestra Inmaculada Sánchez y la médico brasileña Priscilla Soares, conformando un equipo que se propuso retirar la mayor cantidad de colillas posible en un tiempo limitado.
El área de trabajo comprendía la franja de arena entre las pasarelas de la entrada principal a la playa desde la plaza Jesús Nazareno y la pasarela de la calle Las Conchas, así como desde el paseo marítimo hasta la zona de arena mojada. En total, unos 6.500 metros cuadrados de superficie, incluidos puntos especialmente sensibles como el campo de fútbol de playa y las inmediaciones de los chiringuitos Playa Virgen y Sunset Beach, donde la acumulación de residuos era evidente.
Rota frente a la contaminación de las colillas
Las colillas constituyen el segundo residuo más abundante en las costas, solo por detrás de los plásticos, pero con una toxicidad mucho mayor. Se estima que una sola colilla puede llegar a contaminar entre 8 y 10 litros de agua. Este dato, sumado a las más de 2.000 colillas recogidas en tan solo una fracción de la playa, proyecta un escenario alarmante: más de 35.000 colillas en toda la extensión comprendida entre la urbanización Virgen del Mar y el espigón de Rota, una distancia aproximada de kilómetro y medio.
Los organizadores de la recogida señalan que la acción no buscaba únicamente limpiar, sino sobre todo concienciar. El problema, advierten, no puede solucionarse con recogidas puntuales, sino con cambios de hábitos por parte de la ciudadanía, así como con medidas más estrictas de control y sanción para evitar que las playas continúen siendo un cenicero al aire libre.
Rota y la necesidad de un cambio de mentalidad
La acumulación de colillas en zonas cercanas a chiringuitos y espacios de ocio revela la necesidad de reforzar campañas de sensibilización en torno al consumo responsable en la playa. “No se trata de recoger miles de colillas cada semana, sino de evitar que lleguen a la arena”, señalan los participantes.
La actividad desarrollada en La Costilla ha tenido un doble impacto: por un lado, ha servido para retirar residuos altamente contaminantes de un espacio natural clave para Rota; y por otro, ha dejado sobre la mesa un dato preocupante que debería encender las alarmas en instituciones y ciudadanía: la magnitud real del problema de las colillas en el litoral roteño.